BUENOS AIRES, jun 01 (DyN) - El invicto mendocino Gumersindo Carrasco ya suma diez victorias por nocaut en igual cantidad de peleas y esto lo hace sentir “en la primera línea” del pugilismo argentino.
“Estoy contento por todo lo que me ha pasado en los últimos meses, gracias a Dios. Llevo diez peleas, diez nocauts y eso me hace sentir muy bien, me despierta muchas expectativas, porque es la prueba de que estoy en la primera línea”, afirmó “Gumer” en una nota concedida a DyN.Carrasco tiene nada más que 23 años, pero tanto él como su apoderado, Mario Margossian, saben que es una de las promesas del boxeo local y ya planean “hacer un par de peleitas más acá, para después viajar a los Estados Unidos”.
Sin embargo, el cuyano quiere debutar previamente como fondista e irse “con algún título lindo, el nacional o el sudamericano” de la categoría welter, hoy en manos de Héctor “El Tigre” Saldivia y Luis Abregú, respectivamente, dos púgiles que ya saltaron al plano internacional.
“No me siento lejos ni de Saldivia, ni de Abregú, ni tampoco de (Sebastián) Luján. Creo que estoy en un gran nivel, y en algún momento me tocará a mí dar el salto”, disparó.
Pero “Gumer” no se considera “el número uno de la nueva generación”, sino “un pibito que tiene hambre de gloria y quiere ser campeón”.
“Sé que es difícil, pero también sé que se me va a dar, porque soy laburante y me entreno todos los días para eso. Peleo desde mucho antes de subir al ring. Empecé en la esquina del colegio, después cuando tuve que salir a trabajar para ayudar a mi familia, y nunca paré”, avisó Carrasco.
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