LUJÁN ENTRENA CON MARGARITO

Sebastián “Iron” Luján se encuentra desde hace dos semanas concentrado en el Centro Ceremonial de Otomí, de Temoaya, estado de México, junto al mexicano Antonio “El Tornado de Tijuana” Margarito. Ambos están realizando la puesta a punto para sus respectivos compromisos del próximo 3 de diciembre en el Madison Square Garden de Nueva York, que serán televisados por HBO a través del sistema de pago por evento.

Luján (38-5-2-1 sd, 24 KOs) se enfrentará al invicto estadounidense Mike Jones (25-0, 19 KOs), en un combate eliminatorio al título mundial welter del Federación Internacional de Boxeo (FIB), que se encuentra en poder del también estadounidense Andre Berto. Pero además, estarán en juego las coronas Continental de las Américas del WBC, NABO de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y NABA, todas de la división de las 147 libras, que ostenta el nacido en Philadelphia, Pennsylvania.

El rosarino, que se encuentra junto con su entrenador, Carlos Alanis, y viene de derrotar en forma contundente al filipino radicado en Los Ángeles, Mark Jason Melligen, por nocaut en el noveno asalto el 1º de julio en San Antonio, Texas, decidió ir a los 3.500 metros de altura para lograr su mejor condición. Así, el actual campeón latino welter del WBC busca una victoria que le permita llegar a su tercera oportunidad mundialista, luego de haber caído ante el propio Margarito (el 18 de febrero de 2005, en disputa del título mundial welter de la OMB), y frente al ucraniano Serhiy Dzinziruk (el 27 de mayo de 2006, por el superwelter OMB).

En tanto, en el combate estelar de la velada, Margarito (38-7-0-1 sd, 27 KOs) se medirá al puertorriqueño Miguel Cotto (36-2, 29 KOs), a quien intentará arrebatarle su cetro mundial superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), en una esperada revancha. En su primer enfrentamiento, el 26 de julio de 2008, el tijuanense se impuso por nocaut técnico en el undécimo asalto en Las Vegas, y le quitó el cinturón welter de la AMB. Tras ello, se conocerían las polémicas por las supuestas vendas ilegales del “Tornado”, por lo que el desquite siempre quedó latente