por Damián Cassino.
Después de lo visto el Sábado 13 de Noviembre en el combate estelar de una mega cartelera que fue organizada por la empresa Top Rank en el estadio de los Vaqueros de Dallas, en Arlington, Texas, se vio reflejado mas que nunca el negocio que todos tienen por sobre la humanidad del boxeador.
Con la presencia en la primera fila del Ring side al Presidente del CMB, José Sulaimán como supervisor, esperemos que en los próximos días se emita un comunicado de dicha entidad ya que la actuación del arbitro Laurence Cole fué irresponsable, ya que debió detener el combate con mucha anticipacíon y no someter a un riesgo de vida al Heroico Tony Margarito que lo único que quería era terminar en pie, porque es un Guerrero, pero esto es un deporte.
El médico de turno es simplemente un cobarde, que no supo parar la pelea y priorizó los intereses de los promotores, ¿pero como él no observó el estado en que se encontraba Margarito?, ¿que pensaba que el Mexicano iba a noquear con alguna mano al Filipino?, no lo del médico fue una locura, si hasta el propio Pacquiao no quería castigar mas a su contrincante, y saben porque?, pués es sin dudad el que mas se apiadó de su colega.
Este médico no tendría que actuar mas en ninguna pelea y ser sancionado como corresponde ya que Margarito debió ser operado por una fractura en la cuenca del ojo derecho y no le permitieron que saliese del centro médico en el cual quedó internado.
Y el rincón de Antonio Margarito fue inhumano, por mas que su boxeador no quiera que le detengan el combate, debió detenerlo, lo sometió a un castigó del que provablemente no se pueda recuperar, ¿quién sino el rincón para cuidar ante todo al ser humano y deportista?. El tendría que haberle dicho al Tijuanence basta, es todo Tony vamos a casa.
Se tendrán que tomar las sanciones necesarias, primero para defender al Boxeador y después al deporte de los puños.
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