viernes, 7 de diciembre de 2012
PASARON 42 AÑOS
El 7 de diciembre de 1970, Ringo Bonavena caía por nocaut técnico en el 15º round con Alí en el Madison Square Garden, de Nueva York. Fue una gran pelea de Ringo, que logró derribar al "más grande de todos los tiempos".
Se mimetizó con su ídolo. Copió muchas de las conductas que habían hecho grande a Cassius Clay (que en su conversión musulmana sería Mohamed Alí).
Por eso, en la vida loca de Oscar Natalio Bonavena estaba el Ringo boxeador, el Ringo cantante (con el famoso Pío pío cantado en el programa de Pipo Mancera), el Ringo actor (en El Nacional con Zulma Faiad), el Ringo empresario (tenía un café-bar con su nombre) y tantos otros, que llamaban la atención en cada paso.
Ese nacido en 1942 se hizo boxeador y comenzó a ganar entre los aficionados. Logró dos títulos a nivel argentino y sudamericano pero en 1963, cuando tenía enfrente a Lee Carr en el Panamericano de San Pablo, Brasil, le mordió el pecho a su rival y fue descalificado. La Federación Argentina de Boxeo lo sancionó.
Por esa razón emigró a Estados Unidos y se hizo profesional. Su debut ante Lou Hicks lo ganó por KO en el primer round y así comenzó su carrera en los rings de Norteamérica. Era el 1 de marzo de 1964.
Unos días antes, el 25 de febrero de 1964, Cassius Clay (el campeón olímpico de Roma en 1960) se convertía en un joven campeón mundial de peso pesado al vencer a Sonny Liston.
El Bocón de Kentucky había logrado su objetivo y vaticinaba en cada pelea cuando iba a derribar al que tenía enfrente. Se pasaba a llamar Mohamed Alí.
Y Bonavena tenía su espejo en ese moreno, no tan moreno. En el Norte lo bautizaron Ringo y recién en su novena pelea perdió con el experimentado Zora Folley.
Con la sanción de la FAB ya levantada decidió volver a Argentina, a su querido barrio de Parque Patricios, para ver a Huracán (“Somos del barrio, del barrio de la Quema, somos del barrio de Ringo Bonavena...”.
Ganó seis choques hasta que le llegó la ocasión de pelear por el título argentino ante Goyo Peralta. Se dice que había 22.970 personas esa noche del 4 de setiembre en el Luna Park, lo que constituía un récord de público. Después lo modificaron, le pusieron butacas y se achicó la capacidad.
Alí seguía defendiendo el título mundial y en 1967 se negó a incorporarse al Ejército por su condición de musulmán y porque no estaba de acuerdo con la guerra de Vietnam que sostenía su país. Lo consideraron desertor y le dieron cinco años de prisión y una multa. Además, las autoridades del boxeo declararon vacante su título mundial.
Las ganas de Alí de volver a combatir eran enormes. Le levantaron la sanción civil y deportiva en 1970 y volvió a pelear el 26 de octubre al vencer a Jerry Quarry por nocaut.
En tanto, Bonavena se había ganado el respeto con una campaña espectacular en tiempos en que había un solo campeón mundial por categoría. Ringo había peleado con ex campeones mundiales y con otros que se convertirían en los mejores como Jimmy Ellis o Joe Frazier.
Y el 7 de diciembre de 1970 se encontrarían en un ring dos de los boxeadores más mediáticos que ha dado la historia. Bonavena le dijo “gallina” a Alí en la ceremonia del pesaje y se despachó con varias de sus frases nada menos que frente al gran Bocón.
Ringo protagonizó una de sus mejores peleas y llegó a tirar en el séptimo round a su rival. Estaba encaminado a ganar por puntos o al menos a empatar, pero en el fatídico 15º round Alí lo tiró tres veces y reglamentariamente era nocaut técnico. El argentino perdió uno de sus más grandes combates, pero se ganó el cariño y la fama por su guapeza.
El fanfarrón, el loco, el inmaduro, el carismático tuvo su noche de fama en el Madison Square Garden el 7 de diciembre de 1970.
Ringo fue inigualable.
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