El boxeo es un deporte infaltable en los Juegos Olímpicos desde su lanzamiento: Saint Louis 1904. El pugilismo argentino, competidor desde París 1924, es el líder de la tabla de posiciones de nuestro medallero con 24 preseas logradas. Siete de ellas son de oro.
Yamil Peralta y Alberto Melian / Foto: Matias Aimar
Las eliminatorias acaecidas en las últimas horas en La Rural fortificaron esas estadísticas, proyectando un interesante conjunto de peleadores nacionales: tres hasta el momento, con Alberto Palmeta, Ignacio Perrín y Kevin Espíndola esperando su chance para hoy o en el selectivo de Bulgaria, en mayo próximo.
Más allá de los nombres propios con pasajes adquiridos para Río 2016, esta competencia consagró una circunstancia especial y muy valiosa en el olimpismo boxístico argentino: repetir en el mismo equipo una dupla de púgiles que ya compartieron unos Juegos. Es el caso de Yamil Peralta y Alberto Melián, compañeros en Londres 2012 y clasificados anteayer para el próximo.
Este fenómeno se produjo sólo dos veces al cabo de los 82 años de historia. Los primeros en conformar un dúo fueron Juan José Trillo y Carmelo Robledo, compinches en Amsterdam 1928 y Los Angeles 1932, donde Robledo ganó el oro. Pasó mucho tiempo hasta que Omar Narváez y Guillermo Saputo repitieron la aventura, en Atlanta 1996 y Sydney 2000. Ahora, Yamil y Alberto entrarán en escena y en la comparación bohemia y nostálgica. Otros púgiles participaron en dos Juegos: al puntano Arturo Rodríguez Jurado (1924 y 1928) le siguieron Francisco Núñez (1948 y 1956), Eladio Herrera (1948 y 1952) y Abel Laudonio (1956 y 1960).
El boxeo albiceleste aprovechó al máximo las ventajas de la localía para reclutar hombres hacia el evento de mayor trascendencia universal. Hoy se cierran las jornadas en Buenos Aires.
Melián, que padeció las máximas injusticias de la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA) al condicionar su clasificación tras vencer a todos en su peso (56 kg) y con un récord profesional de 15 peleas (4 de ellas a 8 rounds), con 12 victorias y 3 reveses, deberá recuperar gran parte de su talento estancado para convertirse en un púgil creíble. Tiene con qué hacerlo.
Peralta, perjudicado en Londres 2012, en un fallo raro ante el búlgaro Pulev por la medalla de bronce en 91 kg, remontó anímicamente una serie de seis derrotas profesionales seguidas en peleas a 6 y a 8 rounds. De lograr concentración e idoneidad en su preparación, quizá pueda anotarse en el medallero al que respaldó su récord rentado de 8 victorias y 6 derrotas.
Anticipándonos al latiguillo más utilizado en este tipo de certámenes (“¡Jornada histórica!”), los guantes argentinos reflotaron una sensación que parecía archivada para siempre: repetir una dupla en dos Juegos consecutivos. Tiene un gran valor y merece ser destacado.
FUENTE: Osvaldo Príncipi, Diario La Nación
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