Vasyl Lomachenko (8-1 con 6 KOs) defenderá este sábado en el Microsoft Theater de Los Angeles, California, su título súper pluma de la OMB ante el colombiano Miguel Marriaga (25-2 con 21 KOs) en una batalla a 12 asaltos. Pese a su escaso número de peleas, el ucraniano que llegó al profesionalismo luego de una impresionante carrera como amateur (396-1), ha logrado en muy poco tiempo transformarse en una verdadera sensación en la elite del primer nivel. Ha disputado títulos en todas sus peleas, ha ganado ya dos cinturones universales, figura en entre los cinco mejores del ranking Libra x Libra y su estilo encanta a los fanáticos que rodean de expectativa cada una de sus presentaciones.
En la batalla de este sábado (10 pm ET, por ESPN, ESPN Deportes y el ESPN App) tendrá adelante a un duro rival como Marriaga, agresivo, acostumbrado al intercambio, que soporta castigo y posee un volumen elevado de golpes de poder lanzados en cada una de sus peleas. Su estilo se adecua al de Lomachenko y esa sintonía, sin duda, permitirá que ambos ofrezcan una emocionante batalla.
CHOQUE DE ESTILOS
Desde que el boxeo existe como espectáculo, su mayor atracción ha sido la presencia en el ring de rivales agresivos, explosivos, que trabajan sus con la ofensiva como única premisa en sus estrategias. Lomachenko y Marriaga cumplen esa premisa, a la que suman como su mejor condimento la clara diferencia de estilos a la hora de procesar su actitud ofensiva. Será un claro choque de estilos, entre dos rivales agresivos y esa es una excelente noticia.
Lomachenko es un púgil rápido, de imprevisibles cambios de marcha y con una capacidad de cuerpeo única. Su golpeo es de alto volumen, sumamente efectivo en el acierto, maneja con inteligencia el control de la pelea y posee una suerte de GPS que le permite ir siempre un paso adelante que su rival. O bien induce al error del adversario o se adelanta a sus movimientos. Lee la pelea correctamente y ha demostrado capacidad mental para acudir al recurso adecuado en el momento correcto durante sus batallas. En su elusividad ofensiva, no obstante, parece estar la madre de todas sus virtudes. Algo que describí en una columna de análisis sobre el estilo del ucraniano publicado en diciembre del 2016: “Ningún rival parece preparado para enfrentar a un oponente que no puede encontrar para conectar debido a su movilidad y al mismo tiempo debe protegerse de su persistencia y variedad permanente en el golpeo”.
Ante esa descripción es bueno preguntarse sobre las posibilidades de un Miguel Marriaga que viene de perder contra el monarca de las 126 libras Oscar Valdez y ni siquiera pertenece a la división de Lomachenko, las 130 libras. El colombiano contradice esos antecedentes y efectivamente promete ser tan duro como complicado rival para el ucraniano.
Marriaga, no tengo dudas, es el perfecto oponente para el momento de la transición que se pretende con el “proyecto Lomachenko”. Es más grande, tiene mejor extensión de brazos, es un fajador que corta el ring y pone presión todo el tiempo, que no teme al intercambio y soporta castigo como nadie. En todos los sentidos es el perfecto examinador.
En primer lugar porque Lomachenko tuvo su único traspiés en el boxeo profesional ante un hombre de la misma escuela fajadora de Marriaga (Orlando Salido) y es ese tipo de rivales que a Top Rank le agrada encontrar para el ucraniano. El que garantiza el show y su pelea gusta a todos los públicos. No obstante, es ante ese tipo de rivales que Lomachenko debe ir a despejar dudas que puedan persistir en la perfección de su boxeo. La exigencia de rivales persistentes, acosadores, que golpean duro y no cejan un instante de buscar el KO. Probarse ante Marriaga le permitirá corregir errores, trabajar todas sus herramientas en la pelea larga bajo presión constante y lo que a mi juicio es aún más importante: comprobar su momento.
El momento de Lomachenko pasa por la indecisión de mantenerse en 130 o subir a las 135 libras. En los ligeros le pueden aguardar desafíos diferentes, ante hombres más grandes, de pegada más pesada, con estatura y brazos similares a los de Marriaga. En ese sentido esta pelea puede ser el barómetro o ese primer paso para medir los riesgos a su incursión en los ligeros luego de este combate.
¿QUE PELEA VEREMOS?
Lomachenko es un estilista poco apegado a planes de pelea, su capacidad boxística le permite ajustar sobre la marcha y adecuarse a lo que le proponga su rival. Eso ocurrirá nuevamente este sábado frente a Marriaga. El ucraniano se tomará dos o a lo máximo tres asaltos para adaptarse al estilo de su rival y ajustará su estrategia. El colombiano será el que ponga presión inmediata, buscando colocar sus golpes de poder o cortarle las salidas probando suerte con envíos a la zona blanda desde la media o larga distancia. Es posible que consiga conectar algún golpe peligroso en ese periodo del combate, pero todo cambiará a medida avance la pelea.
Lomachenko prevalecerá por su velocidad y manejo de piernas. Lo veremos sorprender con golpes cruzados desde los ángulos o entrar con su doble jab de derecha antes de rematar con la izquierda. Esa es la secuencia más usada de su arsenal y Marriaga, que es demasiado lento, le facilitará ese golpeo.
Indudablemente será Lomachenko el que más golpes lance, si bien es posible que en las estadísticas finales también es posible que haya paridad en los golpes de poder lanzados. Las posibilidades de Marriaga pasarán por lo que le dio buen resultado ante Oscar Valdez: paso atrás y combinación de izquierda recta y gancho al cuerpo, para tomarlo entrando. El cuerpeo, también le puede funcionar al colombiano si elige pasar golpes con el cuerpeo, algo que también practica con bastante acierto.
De todas maneras, la velocidad de Vasyl Lomachenko parece demasiada para el ritmo lento y cansino de Marriaga, el que seguramente conseguirá llevar la pelea a la distancia en base a su buena asimilación y las precauciones que eventualmente decida tomar el ucraniano para no llevarse una sorpresa en algún contragolpe o por otro rubro donde aún hay dudas: el poder de Lomachenko. Por un lado su estilo de boxeo de permanente movimiento no le permite “pararse a noquear” y se suma a ello, la posibilidad de que en realidad el poder del ucraniano a la hora de golpear duro, “no sea tan duro”
Mi pronóstico es de una victoria cómoda en las tarjetas para el ucraniano.No hay que descartar el KO, aunque si el mismo llega será por acumulación de golpes sobre la humanidad de Marriaga, algo que perfectamente podría llevar a detener la pelea durante los últimos asaltos. Una victoria de Marriaga, mientras tanto, es casi imposible de pronosticar. De todas maneras es boxeo y por suerte, en este deporte un solo golpe puede romper cualquier pronóstico y cambiar la historia de un segundo para otro
Mi pronóstico es de una victoria cómoda en las tarjetas para el ucraniano.No hay que descartar el KO, aunque si el mismo llega será por acumulación de golpes sobre la humanidad de Marriaga, algo que perfectamente podría llevar a detener la pelea durante los últimos asaltos. Una victoria de Marriaga, mientras tanto, es casi imposible de pronosticar. De todas maneras es boxeo y por suerte, en este deporte un solo golpe puede romper cualquier pronóstico y cambiar la historia de un segundo para otro
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