A los 38 años y luego de 17 como profesional, Aldo Ríos, el púgil más importante en la historia del boxeo regional, decidió colgar los guantes. El Ojo del Tigre dejó de latir en su interior y el Galán comprendió que era el momento justo de abandonar. “Ya no tengo que demostrar más nada. Empecé a entrenar en soledad hace unos días (tras alejarse del Team Godoy) y descubrí que no tengo las mismas ganas. Mi objetivo era ganarle a “La Hiena” Barrios y retirarme, pero él no está para pelear y yo, ya no tengo más motivaciones”, explicó para justificar su determinación.
El púgil de Centenario, uno de los más grandes deportistas neuquinos, deja la actividad como campeón, ya que aún posee el título Sudamericano de los ligeros, que nadie le pudo arrebatar en casi siete años (lo logró ante el pampeano Roberto Arrieta el 6 de agosto del 2005 en el Ruca Che); y el cetro Latino de la WBC de los superligeros, que consiguió frente al mexicano Saúl Carreón (24/7/2010) en el Parque Central.
Su única mancha en el ámbito local la sufrió el marzo último, cuando cayó inesperadamente en Bragado con Juan Lencina y resignó el título Argentino de los ligeros, que había alcanzado en setiembre del 2008 ante Nazareno Ruiz, en el Ruca Che.
“Quiero hacer una última pelea para agradecerle a la gente todo el cariño que me brindo en 17 años de carrera. Pero no expondré ningún título, sólo quiero subir al cuadrilátero por última vez y cerrar de la mejor manera esta historia”, comentó Ríos.
“¿El futuro? Mi sueño es poder enseñar todo lo que aprendí sobre el ring. No me voy a alejar del boxeo porque es mi vida. La idea -prosiguió el Galán- es poder reunirme en los próximos días con el gobernador Jorge Sapag (quien siempre me brindó su apoyo y acompañó) para presentarle mi proyecto. Estoy seguro que una vez más contaré con su colaboración, porque mi deseo es fortificar el boxeo a través de escuelas de desarrollo, apuntando no solo al profesionalismo, sino también al comunitario, con un sentido social”, sostuvo.
Aldo Ríos se retira de la actividad con un récord de 48 victorias (11 de ellas por nocaut), seis caídas y una pelea sin decisión.
Fue el único boxeador regional que combatió en la mismísima Las Vegas (en junio de 1999 ante Stevie Johnston en el Mandalay Bay por el título liviano del Consejo Mundial) y entre sus logros más importantes, valen destacar su choque con Artur Grigorian en Budapest por la corona de la OMB (dos años mas tarde), el duro cruce con Ricky Hatton (27/9/2003) en Manchester; y su histórico nocaut ante Jason Cook en Hereford, Inglaterra en noviembre del 2011, cuando se consagró campeón del mundo de la OIB, pero un inesperado doping positivo lo dejó días más tarde, con las manos vacías. (AN
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