Manny Pacquiao (56-5-2, 38 KOs) y Timothy Bradley (31-1, 12 KOs) revivieron la buena pelea que realizaron en junio del 2012, pero esta vez el filipino impuso su ley con claridad y no dejó lugar a dudas.
La velocidad y buen boxeo de Pacquiao inclinaron la balanza a su favor. Bradley equivocó la estrategia y buscó todo el tiempo resolver la pelea con un golpe de poder que nunca llegó, porque el filipino supo defenderse con velocidad, no dio opción y porque Bradley no es obviamente un boxeador de poder.
En ese estilo de pelea Pacquiao se sintió cómodo, marcó el ritmo de pelea, puso intesidad cuando quiso y bajó el ritmo cuando decidio darse un respiro.
Bradley tuvo sus mejores momentos en el primer tercio, cuando fue más ofensivo y presionó. Pudo llevarse algunos pocos rounds que lucieron parejos, pero no hizo mucho más. A medida que la pelea avanzaba comenzó a buscar un solo golpe y no intentó ganar rounds. Según dijo al final tenía molestias en un pie. Lo cierto es que por ahí se le fue definitivamente la pelea.
Manny Pacquiao mandó a placer y así lo vieron los jueces esta vez. Dos tarjetas de 116-112 y una de 118-110 le dieron la victoria y unnuevo título a Manny Pacquiao, quien ahora podría pelear con el ganador de la Juan Manuel Márquez vs. Mike Alvarado
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