La campeona mundial superligero de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), la argentina Fernanda “La Camionera” Alegre, superó
a la ex retadora mundialista húngara Dalia “Black Dahlia” Vasarhelyi, por nocaut técnico en el segundo asalto, y así defendió por décima ocasión su corona, en el combate estelar de la velada desarrollada en la noche del viernes en el Club Atlético, Social y Deportivo Camioneros de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
En un equilibrado combate de semifondo, desarrollado en categoría supermosca, se produjo el regreso del ex campeón mundial minimosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), el marplatense Luis “El Mosquito” Lazarte (52,700 kg. y 49-11-2-3-1 sd, 18 KOs), quien derrotó al cordobés Roberto “Pinocho” Marín (51,500 kg. y 14-34-2, 5 KOs), por puntos, en fallo unánime, tras ocho asaltos. Las tarjetas de los jueces fueron: Gustavo Contarelli 79-76, Arturo Villegas 80-74, y Ramón Cerdán 77-74. Para NotiFight.com, la victoria fue de 76-75. Cabe remarcar que Marín recibió el descuento de un punto en el sexto episodio.
En combate complementario, llevado a cabo en categoría superwelter, el rionegrino radicado en la ciudad de Buenos Aires, Luis “El Púa” Tejerina (68,200 kg. y 11-2-1, 6 KOs), doblegó al bonaerense Luis “Pupi” Moreno (69,900 kg. y 16-6-5, 11 KOs), por puntos, en fallo mayoritario, tras seis rounds. Las tarjetas de los jueces fueron: Ramón Cerdán 57-57, Gustavo Contarelli 59-57½, y Hugo Vainesman 59-57½.
Tomando la iniciativa, Tejerina acortó las distancias y filtró su izquierda en punta y cruzada a la mandíbula y su cross diestro a la mejilla. Cómodo, en el segundo y tercero, añadió sus ganchos a las costillas para ir mermando la resistencia del bonaerense, aunque por momentos se quitó su propia distancia y permitía que Moreno respondiese con su cross diestro al pómulo. Dominando los tiempos y las acciones, en el cuarto “El Púa” impactó su derecha ascendente y recta al mentón, sumado a su gancho zurdo a las costillas, para seguir extendiendo ventajas. Con el trámite algo más pausado en el quinto y sexto, el rionegrino siguió al comando con su jab zurdo siempre en punta, hasta que sobre el final combinó su izquierda y derecha en uppercut al mentón, con que lo hizo retroceder contra las cuerdas, donde añadió sus ganchos al estómago, previo al campanazo definitivo.
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