El súper campeón mundial supermosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), el chubutense Omar “El Huracán” Narváez, se impuso sobre el mexicano Felipe “Gallito” Orucuta, por puntos, en fallo dividido, tras doce asaltos, y así defendió por séptima ocasión su corona, en el combate estelar de la velada desarrollada en la noche del sábado en el estadio Luna Park de Buenos Aires, Argentina.
Narváez, que fuera récordman argentino al totalizar 16 defensas exitosas de su título mundial mosca OMB, exponía por séptima vez el cinturón que supermosca que conquistó en mayo de 2010, y hacía su combate mundialista N° 26 (queda con marca 24-1-1 en peleas titulares), logró resolver el peligroso desafío que significaba Orucuta, actual N° 1 del ranking mundial supermosca OMB, que a pesar que hacía su debut mundialista diez años es más joven, once centímetros más alto y llegaba con nueve nocauts en fila. Con su velocidad, el chubutense dominó con claridad más de la primera mitad del pleito apelando a sus rápidos desplazamientos para dejar en el aire los envíos de un retador que tiraba mucho, pero marraba en su mayoría, o los dejaba en la guardia. Entrando y saliendo, "El Huracán" conectaba su izquierda y derecha cruzada y directa al mentón, para salir con pasos laterales. Y por momentos, brindó una lección con sus característicos movimientos de cintura, que ocasionaban la ovación de los espectadores, y le permitían a él mismo ser quien castigaba, especialmente con sus izquierdas cruzadas y boleadas al rostro. Así fue que Orucuta comenzó a trabajar más en los asaltos finales. Más allá de varios golpes bajos, en la espalda y el uso excesivo de su codo -razones por las que recibió numerosas advertencias, pero nunca un descuento-, en el octavo llegó claro con una izquierda curva al cuerpo, que acusó recibo en el campeón. En los dos rounds definitivos, salió con todo a buscarlo, presionó con su cross diestro a la zona alta y se llevó los capítulos, pero la ventaja ya era indescontable -a pesar de un jurado-. Por eso, al sonar la campana definitiva, más allá de una tarjeta que sorprendió a todos los asistentes, el chubutense terminó llevándose un merecido -y algo corto- triunfo, en un enfrentamiento de gran nivel por parte de ambos.
Las tarjetas de dos jueces expresaron la diferencia exhibida, al decretar: William Lerch (Estados Unidos) 118-110 para Orucuta, Roark Young (Estados Unidos),115-113 para Narváez, y José Roberto Torres (Puerto Rico) 115-113 para Narváez.
Con el retador presionando con su cross diestro arriba en el décimo, Narváez retrocedió y desde las cuerdas soltó su izquierda y derecha cruzada a la mandíbula. Pero Orucuta lo llevó nuevamente hacia atrás y conectó su gancho diestro a la mejilla de un chubutense que se las ingenió para encontrar el ángulo y llegar con su izquierda arriba. No obstante, el "Gallito" impactó un potente gancho zurdo a la zona blanda de un local que acusó marcado recibo y retrocedió, para luego recibir un cross diestro sobre su mejilla.
En un enfrentamiento de un excelso nivel, el undécimo, un ya enésimo golpe bajo del mexicano fue advertido por Viruet, que podría haber sido válido para descontar un punto. Y tras otra derecha por debajo del cinturón, todo el estadio reclamó, pero ni con eso llegó el descuento, solo otro apercibimiento. Orucuta, sin tanta precisión, pero con decisión, avanzó y acertó su derecha cruzada a la mejilla por duplicada, que si bien no lo conmovió, le servía para desgastarlo.
Apoyado por todo el Luna Park, el campeón salió al duodécimo. Orucuta salió con decidido a cortarle el ring, siempre con su derecha cruzada larga al mentón como principal arma. En la corta, soltó su uppercut zurdo, pero el chubutense respondió con su izquierda boleada a la frente para frenarlo. Mientras el retador salía a jugarse lo que le quedaba, y llegaba con su derecha cruzada y curva al cuerpo, Narváez salía con pasos laterales, pero sin lanzar la cantidad de envíos que antes. Por eso, más allá de que al sonar la campana definitiva lo único que se escuchaba era el ensordecedor aliento del casi colmado estadio, todos los presentes aguardaban el resultado. Y más allá de una tarjeta difícil de comprender, tras ella, sólo habría tiempo para el merecido triunfo y festejo de un casi colmado Luna Park que despidió a su hijo pródigo al grito de "¡Huracán!", "¡Huracán!", "¡Huracán!".
De esta forma, Narváez, de 37 años, que pesó 52 kg., retiene por séptima ocasión el cetro que conquistó el 15 de mayo de 2010, cuando luego de realizar 16 defensas exitosas de su cinturón mosca OMB y convertirse en récordman argentino, subió de división y venció en un amplio fallo unánime al nicaragüense Everth Briceño, en el mismo Luna Park. Tras ello, lo defendió en cuatro ocasiones, siempre en forma unánime. El 12 de febrero de 2011 ante el mexicano Víctor Zaleta, en Monte Hermoso, Buenos Aires; el 15 de abril sobre el puertorriqueño César Seda, en Bahía Blanca; y el 11 de junio contra el colombiano William Urina, en el Luna Park. Luego de subir de categoría, y caer en decisión unánime y ceder su invicto ante el filipino Nonito Donaire, a quien no logró destronar de sus títulos mundiales gallo de la OMB y el Consejo Mundial de Boxeo (WBC), el 22 de octubre de 2010 en el Theatre del Madison Square Garden de Nueva York, volvió a defender su corona supermosca sobre el mexicano José Cabrera, con otro fallo unánime, el 21 de abril de 2012 en San Juan. El pasado 20 de octubre, dio cuenta del mexicano José "Laberinto" García, por nocaut en técnico en el undécimo otra vez en el Luna Park, previo a que el 15 de diciembre brindara una lección de boxeo para vencer unánimemente al puertorriqueño David Quijano en San Miguel de Tucumán. Así, aumenta su marca a 39 victorias (20 KOs), 1 derrota y 2 empates. En tanto Orucuta, de 27 años, que registró 52,050 kg., y llegaba como Nº 1 en el ranking OMB de la división, que luego de ceder su invicto en una controvertida decisión ante el mexicano Daniel Rosas el 16 de diciembre de 2010, llevaba nueve nocauts en fila ante rivales como el argentino Julio “Chupete” Ler, sus compatriotas Jesús Vázquez, Roberto Castañeda y Julio César “Pingo” Miranda -ex campeón mundial mosca-, y el filipino Fernando Lumacad, a quien liquidó en un asalto el pasado 26 de enero en Morelia, desmejora a 27 triunfos (23 KOs) y 2 reveses.
En combate de semifondo, desarrollado en categoría superwelter, el ex capitán de la selección argentina amateur, el invicto bonaerense Brian Castaño (68,200 kg. y 4-0, 3 KOs) destruyó al ex campeón latino bonaerense radicado en Córdoba, César Vélez (66,750 kg. y 12-4-1, 5 KOs), por nocaut técnico en el segundo asalto.
De entrada, Vélez salió con todo a llevárselo por delante y contra las cuerdas, donde presionó con sus derechas e izquierdas a la zona alta. Con paso laterales y su jab zurdo, Castaño lo frenó para luego descargar una seguidilla de veloces izquierdas y derechas cruzadas al mentón, que llegaron todas con precisión. Con el ímpetu de ir al frente, Vélez avanzó y con su cabeza, cortó al invicto bonaerense.
Más allá de que el cordobés por adopción intentó llevárselo por delante al comenzar el segundo, la depurada línea técnica y velocidad del nacido en Isidro Casanova hace 23 años hizo que cada intento quedara en el aire. Y luego lo sufriría. Porque el prospecto nacional avanzó a pie firme y lo sometió con un sinnúmero de combinaciones a las zonas blandas con sus ganchos y al rostro con sus cross, que dejaron sentido a su rival.
Sin darle respiro, Castaño lo llevó contra las cuerdas y lo taladró con dos tan rápidas como contundentes seguidillas de izquierdas y derecha cruzada a la mandíbula, sumado a un gancho zurdo a la zona hepática, con que lo envió al suelo.
Sentido, Vélez se puso de pie. Pero no estaba en condiciones. Todo lo contrario. Y mientras un lento e indeciso árbitro Jorge Basile no hacía nada para detener un combate que ya no tenía razón de ser, Castaño salió como una tromba. Lo puso nuevamente contra las cuerdas y descargó incontables derechas e izquierdas cruzadas al rostro y en gancho al cuerpo de un "noqueado de pie" Vélez, que no podía con su alma, hasta que finalmente, con la presión de todos los asistentes, y mientras el médico se lo pedía desde abajo, Basile se decidió a decretar el fuera de combate.
Así, Castaño, se mantiene invicto, y suma su cuarta victoria, tres por la vía rápida, en su estreno a diez asaltos y en su tercera presentación en el mítico escenario de Corrientes y Bouchard, con lo que se afirma como una de las máximas figuras de proyección mundial argentinas. No por nada, Top Rank, entre otras, lo tiene en la mira desde hace tiempo.
En el principal combate complementario, el campeón latino superligero OMB, el invicto chaqueño César “El Distinto” Cuenca (62,900 kg. y 45-0-0-2 sd, 2 KOs), actual N° 5 del ranking mundial superligero de la OMB y N° 8 del WBC, se impuso sobre el ex monarca latino rosarino Gustavo “El Terrible” Bermúdez (62,100 kg. y 16-9-2, 6 KOs), por puntos, en un amplio fallo unánime, tras diez asaltos, y así defendió por primera ocasión su corona, dentro de su tercer reinado.
Las tarjetas de los tres jueces Héctor Miguel, Luis Doffi y Javier Geido coincidieron en 98-92 para Cuenca.
En otra atracción de la noche, en duelo revancha llevado a cabo en categoría crucero, el puntano Marcos “El Flaco” Ahumada (80,650 kg. y 10-1, 5 KOs) derrotó al campeón argentino crucero, el porteño radicado en Boulogne Sur Mer, Buenos Aires, Alejandro “Mojarra” Valori (81,050 kg. y 12-3, 9 KOs), que no exponía su corona, por nocaut en el cuarto round, y así se desquitó de lo ocurrido el pasado 16 de marzo, cuando Valori se levantó dos veces del suelo en el primer capítulo para quitarle el invicto por nocaut técnico en el cuarto, en Concordia, Entre Ríos.
En otros resultados de la noche, en división mediano, el cordobés Luis “El Pony” Garay (72,100 kg. y 8-2, 1 KO) superó al invicto por entonces invicto porteño Nicolás Martínez (72,450 kg. y 4-1-1), por puntos, en un ajustado fallo unánime, tras cuatro capítulos.
Las tarjetas de los jueces, Hugo Vainesman, Arturo Villegas, y Luis Doffi coincidieron en 39-38 ½. Tras un primer episodio equilibrado, con ambos intercambiando, Garay dominó el segundo producto de sus derechas cruzadas al rostro. En el tercero, Martínez ordenó su guardia y con su jab zurdo, lo mantuvo lejos para dominar levemente. Pero en el cuarto, nuevamente bajó su guardia. "El Pony" lo aprovechó y con su firme y certero cross y boleado diestro al mentón, hizo retroceder a quien llegaba como favorito. Por eso, al sonar la campana definitiva, el visitante se llevó la ajustada decisión.
Finalmente, la velada se completó con la victoria del invicto welter entrerriano Alejandro “La Furia” Ramírez (67,600 kg. y 3-0, 2 KOs), frente al formoseño Aldo “El Niño” Villalva (69,200 kg. y 4-1, 4 KOs), por nocaut técnico en el tercer episodio.
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