lunes, 2 de diciembre de 2013

UNA FOTO DICE MIL PALABRAS



Impresionante, épico e inolvidable. Así fue el combate revancha en el que Jorge Sebastián Heiland (22-4-2, 10 K.O) se impuso por nocaut en el duodécimo round ante Facundo Godoy (29-2-0, 13 K.O) en el Estadio Ruca Che de Neuquén. De menor a mayor, el oriundo de Río Negro configuró una actuación memorable y se hizo con el título Internacional mediano del CMB.

Al comienzo fue Godoy el más contundente. Inteligente para dar el paso atrás ante los embates de Heiland, logró mantener la media distancia y, aprovechando los problemas que el mismo “Gaucho” admitiera tener para entrar rápidamente en pelea, se llevó los cuatro primeros episodios. Sólido con el jab y preciso con la derecha, “Billi” coronó aquel inmejorable arranque en el tercer round, cuando envió a la lona a su rival.

Desde la quinta vuelta en adelante comenzó a vivirse un duelo similar a la guerra protagonizada por ambos boxeadores en julio del 2012. Y es que el zurdo se acomodó dentro del combate y le sumó a su clásica dinámica e intensidad, precisión. Así, en el quinto y sexto asalto fue amo y señor de las acciones; logró imponer la corta distancia, llegó con claridad y en cantidad ante un Godoy más pasivo que antes y, a partir de un poderoso directo de izquierda, logró conmoverlo.

En el séptimo round, “El Gaucho de Pigüé”, confiado, atacó sin especular y acertó un cruzado de derecha sobre el mentón del neuquino, quien cayó sentado a la lona. Si bien recuperó la vertical, “Billi” logró a duras penas aguantar los minutos restantes y sobrevivir.

Tras dos capítulos de similar tónica, Godoy logró volver al duelo en el décimo. Si bien Heiland no se quedó atrás y ambos mantuvieron cruces electrizantes sobre el centro del cuadrilátero, fue el local quien acertó los golpes más claros, sobresaliendo un derechazo que aterrizó en la cara del ex retador mundialista.

Luego de un undécimo episodio favorable al diestro, quien había logrado recuperar la media distancia que le había permitido mostrar lo mejor de su repertorio, llegó el inolvidable último asalto.

A sabiendas de la paridad en las tarjetas, ambos salieron decididos a imponerse y dejar una mejor imagen ante los jurados. Se fajaron, no tomaron recaudos defensivos, jamás dieron pasos laterales y, ante la locura del público, llegó un terrible cruzado de izquierda de Heiland que derribó a su oponente. Si bien éste logró pararse, la poca convicción demostrada para continuar hizo que el árbitro Cesáreo Morales culminara la cuenta de diez, que implicó el final de una pelea antológica.

“No peleé con cualquiera, ‘Billi’ Godoy es un gran campeón, le gané al mejor de Argentina”, sentenció el vencedor, quien logró con su estilo conquistar no sólo el cinturón Internacional del Consejo, sino también el corazón de los espectadores allí presentes, que terminaron la noche coreando su nombre.

“Se que estas derrotas son las que te permiten crecer, pero tengo una bronca muy grande. Heiland es un gran peleador y ahora le pido yo la revancha a él”, solicitó el perdedor, quien afirmó incluso preferir un nuevo choque ante su verdugo antes que una oportunidad universal.

La venia otorgada por el “Gaucho” para con su colega permite ilusionarse con un nuevo encuentro entre ambos. De darse, estaremos sin dudas ante una de las mejores trilogías ofrecidas por dos boxeadores en el terreno nacional en lo que va del siglo XXI.

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