miércoles, 1 de diciembre de 2010

GUMERSINDO ES INOCENTE


por Luis Parpaselli.

El combate que sostuvieron, en la categoría welter, el mendocino, Gumersindo Carrasco y el juninense, Juan Manuel Bonani, en el Angel Bustelo de la bella Mendoza, era hasta la sexta vuelta, una fenomenal exposición de boxeo, guapeza, entrega por el espectáculo. Sacaban manos en cantidad y calidad. Bonani, más boxeador. Carrasco, más endeble en defensa. Hasta que llegó el sexto asalto. Carrasco, visita la lona por segunda vez. Y, su hermano ingresa al cuadrilátero, interrumpiendo la cuenta del arbitro, Juan Ponce. En simultáneo el ring se llenó de intrusos. Batahola total. No había policía. El papelón comenzaba a desarrollarse, para vergüenza del pugilismo, mendocino y por añadidura, el nacional. Todos los irresponsables, mancharon la carrera de un pibe, que no necesita de éstas diabluras para triunfar. A Bonani, lo estafaron. Al público, también. Claro, el boxeo mendocino, su rica escuela, no se mancha. Aunque, el 27 de noviembre del 2010, fue salpicada. Que los perdone, Pascualito Pérez, Nicolino Locche, entre otros. Bonani, dio muestras de buen boxeador y, además, se quedó en el ring, hasta el final. Un caballero. Pregunto, la Fab., dirá algo al respecto de éste bochorno?

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